miércoles, 25 de enero de 2017

Rafa Nadal despachó al nro. 4 y es semifinalista en el Open Australiano

Venció a Raonic por 6-4, 7-6 (7) y 6-4 y jugará el viernes 27 contra Dimitrov.
Vuelve a las semifinales de un 'grande' por primera vez desde que ganó en 2014 su noveno Roland Garros. Salvó seis pelotas de set en el segundo parcial, tres en el décimo juego y tres en el desempate.


Una de las evidencias de que Rafael Nadal empieza a parecerse mucho al jugador que fue es la superioridad anímica de la que dispone con respecto a sus rivales. Hay muchas otras, como demuestra el hecho de que haya ganado su partido número 50 en el Abierto de Australia y se encuentre por primera vez en semifinales de un torneo del Grand Slam desde que se hiciese en 2014 con su noveno Roland Garros. El español venció a Milos Raonic por 6-4, 7-6 (7) y 6-4, en dos horas y 44 minutos, y buscará el viernes frente a Grigor Dimitrov la cuarta final del Abierto de Australia, donde ganó el título en 2009. Después de dominar con solvencia el primer set, Nadal abrió una brecha definitiva en el partido en el segundo, que supuso un golpe irresistible para el canadiense, tercer cabeza de serie. Raonic contó con seis bolas para igualar el encuentro a un parcial, tres de ellas en el undécimo juego y otras tantas en el desempate; la penúltima de ellas la dilapidó con una doble falta.

Nadal asusta de nuevo. Y lo hace también hasta cuestionar la progresión de un tenista que en 2016, en su mejor temporada, alcanzó la final de Wimbledon, y que hace un par de semanas le superó en los cuartos de Brisbane. Dentro de la permanente metamorfosis de su juego, de las novedades que arroja en cada uno de sus regresos, Nadal es también un jugador más ofensivo, pretensión que no le ha abandonado desde los inicios de su carrera. Uno de los fundamentos del triunfo fue la solvencia con el servicio y la determinación a la hora de jugar, evitando así que su rival tomara la iniciativa tanto como le gusta.

Ni agua para Raonic. Ni un centímetro. Ni una concesión. Un sacador desesperado porque la pelota vuelve como un bumeran y, lejos de atrincherarse en la línea de fondo, Nadal está a la que salta. No es difícil verle acercarse a la red, mutar de piel y despachar los puntos en dos o tres golpes. Nadal viene bien y responde a las expectativas. Juega ante el superviviente de mayor rango, pero esto es Melbourne, un Grand Slam donde sólo Federer, Djokovic y Edberg han ganado más partidos.

El zurdo rompe en el séptimo juego del primer set, cosecha que le alcanza para ganarlo. Raonic no desborda y ha de irse a la red más de lo que acostumbra. Sin ser ni mucho menos un mal voleador, se encuentra con uno de los hombres que mejor pasan del circuito. Las opciones del balcánico pasan por asumir riesgos que, dada la consistencia de su adversario, a veces han de tornarse extremos. El canadiense va consumiéndose tras el trauma de la pérdida del segundo set. Adecentó su continuidad en la cancha hasta el décimo juego del tercero, cuando Nadal logró el 'break' definitivo.

Le espera Dimitrov, 15º favorito, en su segunda semifinal de un 'major', tres años después de disputar la de Wimbledon. Para Nadal será la número 24. El búlgaro no quiere quedarse en una de las grandes esperanzas frustradas de los últimos años. Venció a David Goffin por 6-3, 6-2 y 6-4. Nadal le ha ganado en siete de sus ocho enfrentamientos. Lo hizo en este mismo torneo hace tres años: 3-6, 7-6 (3), 7-6 (7) y 6-2.

Este jueves se disputará la semifinal suiza: Federer, tetracampeón del torneo, juega contra Wawrinka, ganador en 2013. La posibilidad de que se repita en la final del domingo uno de los grandes clásicos de la historia del tenis está cada vez más cerca. Hace siete años, Nadal ganó su único título en Melbourne al imponerse a Federer en cinco sets. Noveno cabeza de serie, con la victoria ante Raonic, el español saldrá de Melbourne número seis si su próximo rival no se lleva el título. En ese caso, sería séptimo. Si es capaz de ganar el torneo, Nadal, eliminado por Verdasco en primera ronda hace un año, ascenderá al cuarto lugar del ránking.

"Incluso cuando ganaba mucho, tenía mis dudas. Sabes lo duro que es esto y ahora disfruto más", comentó a pie de pista. "Intenté entrar más dentro de la pista para restar, a diferencia de Brisbane. Sabía que iba a haber momentos duros y necesitaba estar muy concentrado. Milos es uno de los grandes sacadores del circuito". Sobre su próximo rival, comentó: "Dimitrov ha empezado la semana muy bien, todo el mundo esperaba que iba a estar más arriba a estas alturas".


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