lunes, 16 de enero de 2017

Sociedad: El maestro Leopoldo Federico hubiese cumplido 90 años

(Del Jue 12/1).

0005189457

El bandoneonista y compositor, uno de los máximos exponentes de la época de oro del tango, quien pasó por grandes orquestas como las de Mariano Mores, Carlos Di Sarli, Astor Piazzolla y Alfredo Gobbi, y que además dirigió su propia agrupación, cumpliría este jueves 90 años.

Dejó un inmenso legado en la música ciudadana, como compositor creó un puñado de obras como “Lo que no me hablaron de vos”, “Que me juzgue Dios”, “Cabulero”, “Cautivante” y “Calentísima”, como instrumentista se destacó por su estilo personal en la interpretación, y como músico se caracterizó por su entereza, humildad y una fuerza de voluntad que lo impulsó a tener una orquesta propia a pesar de los contratiempos y hasta sus últimos días.

“Tengo la suerte de que nunca me faltó trabajo, las cosas más lindas me han tocado hacerlas, he tocado con los más grandes, más no hice porque no pude”, expresó el músico en una entrevista que mantuvo con Télam -10 de enero del 2012-, la última que realizó en su carrera el músico que dirigió la orquesta que acompañó al cantante Julio Sosa entre 1960 y 1964, su período de mayor popularidad.

En esa misma charla que dio en el despacho que el artista tenía en la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) -que él mismo presidió durante años-, Federico habló sobre el peso de los años y los problemas que lo afectaban en su vida cotidiana pero que no le impedían tocar el fuelle.

“Parece que Dios me dice `te voy a arruinar todo el cuerpo pero las manos te las dejo`-expresó-. La gente debe ver que apenas puedo subir al escenario y dirán este tipo apenas sube al palco y deja todo ahí: una vez que tengo el bandoneón es como si no tuviera nada mal”.

Nació en el barrio de Balvanera (CABA) el 12 de enero de 1924 y realizado sus primeros estudios musicales con el profesor Nicolás Ingratta, tras lo cual fue discípulo de Paquito Requena y Félix Lipesker.

Debutó como profesional a principios de los 40 con la típica Di Adamo-Flores en el Tabarís y otros cabarets, en los que se lució en los conjuntos de Toto D’Amario y Juan Carlos Cobián (1942).

Músico de tendencia tradicional, integró orquestas junto a Astor Piazzolla -con quien tuvo profundos desencuentros-, Alfredo Gobbi, Osmar Maderna, Horacio Salgán, Carlos Di Sarli, Mariano Mores, Lucio Demare, Florindo Sassone y Alberto Marino.
Formó una orquesta junto a Atilio Stampone (1952), con la que actuó en el cabaret Tibidabo y en Radio Belgrano, y otra con Osvaldo Berlinghieri.

En los 50 integró brevemente el conjunto Pa’ que Bailen los Muchachos, en el que una de las guitarras era de Ubaldo De Lío, pero su auge se produjo al acompañar al cantor Julio Sosa (1959) hasta su trágica muerte en 1964.

Con el oriental grabó más de 60 títulos para el sello CBS Columbia, con éxitos masivos como “La cumparsita”, en la versión de Celedonio Esteban Flores”, “El firulete”, “Cambalache”, “Mano a mano, “En esta tarde gris” y “Qué me van a habar de amor”.



Allí lució un sonido tan diáfano como la voz del cantor, no sólo funcional como acompañante, sino que encontró un equilibrio entre el tango tradicional y ciertas formas de la vanguardia que no fue advertido en aquel tiempo sino muchos años después.

La muerte de Sosa fue un grave golpe para Federico y su gente, por lo que algunos años después formó el Cuarteto San Telmo, con Roberto Grela, Báez y Arias, que actuó en TV, en los locales Caño 14 y Sans Souci y en varias radios.

En 1970 fue solista de la suite “Siete variaciones para bandoneón y orquesta sinfónica”, de Juan José Ramos, pieza estrenada en el viejo Teatro Argentino de La Plata.

Con el pianista Osvaldo Berlinghieri y el contrabajista Fernando Cabarcos formó un trío (1972) que cambió cinco años después, cuando murió el último y fue reemplazado por Rafael Del Bagno.

Su Orquesta Típica -una de las sobrevivientes entre las grandes agrupaciones tangueras- era integrada, en 2007, por él mismo, Antonio Príncipe, Héctor Lettera y Horacio Romo (bandoneones), Damián Bolotin, Pablo Agri, Briguita Danko y Mauricio Svidovsky (violines), Diego Sánchez (violonchelo), Horacio Cabarcos (contrabajo), Nicolás Ledesma (piano) y Carlos Gari (voz).

Era presidente de la Asociación Argentina de Intérpretes y fue el primer tanguero en grabar un compact disc, en Japón, en 1987, además de haber sido solista en la presentación del “Oratorio Carlos Gardel” (1990) de Salgán-Ferrer.

Es autor de los tangos “Milonguero de hoy”, “Sentimental y canyengue”, “Cabulero”, “Tango al Cielo”, “Siempre Buenos Aires”, “Minguito Tinguitella”, “A Ernesto Sabato” y la milonga “Calentísima”, entre otros.



En el cine fue autor de la música de los filmes “Rosa de lejos” y “Buenos Aires tango” y apareció personalmente en los documentales “Por la vuelta” (2002), “Si sos brujo: una historia de tango” (2005), “Café de los Maestros” (2008), “Mercedes Sosa, cantora. Un viaje íntimo” (2009) y “Pichucho” (2014).

La vida privada de Federico no fue fácil: acompañado por su esposa de años Norma Filomeno debieron compartir el nacimiento de un primer bisnieto, en 2000, con la muerte de su hijo Osvaldo, en 2001, a raíz de un fallido trasplante de hígado.

El músico estaba en Japón en ese momento y el episodio derivó en enfermedad y un deterioro físico evidente, a partir del cual comenzó a usar bastón, pero no le quitó ni el don de gentes ni su carisma a la hora de actuar en directo y poner a sonar su fueye.

El artista falleció en la madrugada del 28 de diciembre de 2014, a los 87 años.


No hay comentarios: