El español se impuso con un doble 6-4 y pasó a semifinales.
Diego Schwartzman quiere dar el batacazo contra Rafael Nadal. REUTERS.
Diego Schwartzman batalló hasta donde pudo, logró poner contra las cuerdas en el primer set a Rafael Nadal, pero terminó cediendo ante la jerarquía del español, quien resurgió en los momentos decisivos y se llevó el partido 6-4, 6-4 para pasar a las semifinales del 'Masters 1000 de Montecarlo'.
Pese a que su buena actuación en el Principado ya le asegurará un ascenso en el ranking, Schwartzman -quien está 41° y goza de la mejor ubicación de su carrera-, no pudo dar el batacazo que le hubiera permitido superar a Juan Martín del Potro (34°) y convertirse en el mejor argentino del listado.
El partido no pudo haber empezado mejor para el argentino que arrancó metido y consiguió quebrarle el saque al español en su primera chance. El problema fue que Nadal (7° en el mundo y nueve veces campeón en el Principado) rápidamente acusó el golpe, se puso 0-40 en un suspiro del servicio de Schwartzman y recuperó el break en un comienzo extraño.
Y desde ahí el mallorquín tomó las riendas, ajustó su drive, llegó a ponerse 4-1 y parecía llevarse el primer set con comodidad.
El mérito del argentino fue mantenerse enfocado, nunca entregó el parcial y se fue dando cuenta de que Nadal ya no es lo que era. Schwartzman, que está en su mejor momento físico, fue imponiendo su velocidad. Anticipaba las jugadas. Y le cambiaba el ritmo a un Nadal previsible, estático, con poco de aquel fuego sagrado que lo caracterizó.
Agrandado, el 'Peque' creció, quebró, se puso 4-4 y hasta tuvo una chance de quiebre para pasar al frente que no aprovechó por centímetros: la volea con slice del español dio en fleje y lo salvó.
Allí se dio una nueva bisagra en el partido. Nadal mostró su jerarquía y se puso el overol. Lo hizo mover al argentino, se metió dos pasitos dentro de la cancha y alternó entre el top de drive con efecto y los palazos de revés que empezaron a entrar. Y se quedó con el primer set 6-4.
En el segundo parcial se repitió la fórmula. El argentino mantuvo su buen rendimiento y quebró en el tercer juego. Pero a Nadal hay que matarlo varias veces. Y el Peque no pudo.
La cabeza de Rafa pudo más. Ya no se fastidió como en los últimos tiempos. Y otra vez volvió a hacer pesar su jerarquía en los games decisivos. Recuperó el break en el octavo para ponerse 4-4 y terminó de inclinar la balanza hacia su lado.
Con este triunfo, Rafa chocará en una de las semifinales ante el belga David Goffin (13°) quien venció nada menos que al serbio Novak Djokovic (2°) en tres sets 6-2, 3-6 y 7-5 para alcanzar su tercera semifinal en un Masters 1.000.
La otra semi también tendrá a un español, Albert Ramos (24°), quien venció en el primer turno de la jornada al croata Marin Cilic (8°) por 6-2, 6-7 (5-7) y 6-2. Y enfrentará al francés Lucas Pouille (17°), quien venció al uruguayo Pablo Cuevas (27°) por 6-0, 3-6 y 7-5.
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