En la final, Nadal se enfrentará al ganador de la segunda semifinal, que mide al número 3 mundial y reciente campeón en Madrid, el alemán Alexander Zverev, contra el croata Marin Cilic, quinto del ranking. En caso de que el español levante el trofeo en la capital italiana regresaría al número 1, superando al suizo Roger Federer, a una semana de la gran cita anual de polvo, Roland Garros (27 mayo-10 junio).
Era el partido número 51 entre Nadal y Djokovic, pero el primero desde hace un año.
El duelo había generado mucha expectación y no defraudó en el primer set, que fue una batalla de una hora y 10 minutos, que se decidió en el tie-break.
El segundo set fue más cómodo para el mallorquín, que sí impuso su condición de favorito para sacar adelante el partido sin mayores sobresaltos.
Nadal, reciente ganador de su undécimo título en los torneos de Montecarlo y Barcelona, había perdido la pasada semana en cuartos de final del Masters 1000 de Madrid ante el austríaco Dominic Thiem, el hombre que precisamente lo derribó en esa misma ronda hace un año en Roma.
El español aspirará el domingo a su octavo título en el torneo de la capital italiana, que sería el mejor augurio antes de buscar una histórica undécima corona en Roland Garros.
Djokovic, que se perdió por lesión la segunda parte de la temporada de 2017 y que en febrero fue operado de un codo, continúa batallando para recuperar su mejor nivel.
Su buena semana en Roma, con cuatro victorias, y la batalla que plantó ante Nadal son señales esperanzadoras antes del Bois de Boulogne, aunque siguen existiendo dudas sobre su capacidad para mantener el ritmo en partidos largos.
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