Un comunicado del organismo, que está bajo la órbita del
Ministerio de Cultura de la Nación, especificó: “El día 11 de mayo de
este año comenzó a circular una denuncia anónima, en la que se
manifestaba que entre enero y abril del año en curso se habrían
malversado fondos del Incaa por $6.487.600 en gastos de imprenta
originados en requerimientos de la Gerencia de Relaciones
Internacionales, y se adjuntaban quince expedientes con las facturas y
un listado de funcionarios y proveedores involucrados”.
El comunicado continuó: “El correo fue remitido de inmediato por las autoridades del Incaa a la Unidad de Transparencia Institucional (UTI) creada por esta gestión para asistir en la implementación de políticas activas de integridad, transparencia, detección y control de hechos de corrupción”. En consecuencia, se elevó un informe preliminar para verificar la denuncia.
Y se detalló: “Puntualmente, el informe destaca que se habrían realizado gran cantidad de contrataciones directas con el mismo objeto, originadas todas en el mismo sector requirente, en un breve período de tiempo y por montos inferiores a $500.000, en las que se habría eludido la celebración de licitaciones, sustrayéndolas del control de las autoridades superiores, que eludieron la Gerencia de Asuntos Jurídicos”.
“En virtud de lo dictaminado por esa unidad y la gravedad de los hechos denunciados, se suspendieron los pagos pendientes de ejecución y las órdenes de compra vigentes. Al mismo tiempo, se resolvió abrir actuaciones sumariales para determinar la eventual responsabilidad en que pudieran haber incurrido los funcionarios implicados, a quienes se desplazó de sus funciones”, se agregó.
En consecuencia el Incaa decidió aceptar las renuncias del gerente de Asuntos Internacionales, Bernardo Bergeret, y del gerente de Administración, Nicolás Yocca. Asimismo, se rescindió el contrato de la abogada Sandra Menichelli; se suspendió a Alejandro Righini de la Coordinación de Internacionales y se apartó a Pablo Maggioni del área de Compras. Asimismo, se puso en conocimiento de estas irregularidades a la Oficina Anticorrupción.
El comunicado continuó: “El correo fue remitido de inmediato por las autoridades del Incaa a la Unidad de Transparencia Institucional (UTI) creada por esta gestión para asistir en la implementación de políticas activas de integridad, transparencia, detección y control de hechos de corrupción”. En consecuencia, se elevó un informe preliminar para verificar la denuncia.
Y se detalló: “Puntualmente, el informe destaca que se habrían realizado gran cantidad de contrataciones directas con el mismo objeto, originadas todas en el mismo sector requirente, en un breve período de tiempo y por montos inferiores a $500.000, en las que se habría eludido la celebración de licitaciones, sustrayéndolas del control de las autoridades superiores, que eludieron la Gerencia de Asuntos Jurídicos”.
“En virtud de lo dictaminado por esa unidad y la gravedad de los hechos denunciados, se suspendieron los pagos pendientes de ejecución y las órdenes de compra vigentes. Al mismo tiempo, se resolvió abrir actuaciones sumariales para determinar la eventual responsabilidad en que pudieran haber incurrido los funcionarios implicados, a quienes se desplazó de sus funciones”, se agregó.
En consecuencia el Incaa decidió aceptar las renuncias del gerente de Asuntos Internacionales, Bernardo Bergeret, y del gerente de Administración, Nicolás Yocca. Asimismo, se rescindió el contrato de la abogada Sandra Menichelli; se suspendió a Alejandro Righini de la Coordinación de Internacionales y se apartó a Pablo Maggioni del área de Compras. Asimismo, se puso en conocimiento de estas irregularidades a la Oficina Anticorrupción.
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