“A América Latina le falta un líder y es natural que sea la Argentina”, dijo el también pianista.
Entre pasillos, oficinas y salas, un cartel: el rostro de Daniel Barenboim indicaba el homenaje que la Cámara de Diputados de la Nación le estaba por entregar al gran compositor argentino.
Alrededor de las 14:30 de ayer, una voz
locutada invitaba a todos los presentes que estaban en el Salón de los
Pasos Perdidos en el primer piso del Congreso de la Nación a
tomar asiento. Era la hora de entregarle a Barenboim -por pedido de Emilio Monzó, presidente de la Cámara, y la diputada nacional María Carla Piccolomini- la Mención de Honor Diputado Nacional doctor Juan Bautista Alberdi.
El periodista Pablo Gianera fue
quien inauguró el evento con unas breves palabras. “Hay un hilo de
acero entre sus decisiones musicales y sus decisiones humanistas”,
comenzó diciendo, para luego destacar que “su valentía, incluso la
valentía musical, surge de su honestidad intelectual”. Entre los que
presenciaban el acto estaban Pablo Avelluto, Enrique Avogadro, Daniel Filmus, Gabriela Michetti, Luis Petri y Teté Coustarot.
Barenboim se encuentra en Buenos Aires, donde ayer estrenó su versión de Tristán e Isolda en
el Teatro Colón, con aclamación de la crítica y el público. Además,
durante estos días, realizará diferentes conciertos en el CCK, que podrán seguirse en vivo a partir de diferentes plataformas.
Cuando subió al escenario, la perdiodista Sandra de la Fuente y Gianera realizaron una entrevista pública.
“Siento que la atmósfera está muy
elogiosa”, comenzó con humor el compositor de 75 años ante tantos
encomios. Luego reflexionó sobre algunos temas, como por ejemplo de
Estados Unidos, donde “el sueño americano es una cosa espantosa, un
sueño netamente comercial” y cuestionó la idea de libertad que emana el
país anglosajón: “Si la libertad es comercial, es porque estamos
viviendo una época muy fea”.
“En el mundo debería haber un peso que contrarrestre la comercialidad”, sentenció.
Por último, y previamente a la entrega de la Mención y un enorme ramo de flores, el ministro de Cultura de la Nación Pablo Avelluto culminó
el acto con unas palabras: “La idea de ser argentino y ser universal se
expresa claramente en Barenboim. Espero que la capacidad
autodestructiva cambie en nuestro país, y creo que todos tenemos la
voluntad para que eso suceda. En Daniel Barenboim está el mejor ejemplo”.
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