A sus 37 años, Venus Williams venció hoy a la local Konta y se metió en una nueva final del abierto británico. Enfrentará a Garbiñe Muguruza, que aplastó a Rybarikova.
Hace casi diez años, Venus WIlliams dominaba la escena competitiva del tenis. Sin embargo, en 2009 su nivel comenzó a bajar. Pero este jueves, a sus 37 años, llegó una vez más a una final de Wimbledon. Venció 6-4, 6-2 a la local Johanna Konta, y el sábado enfrentará a la española Garbiñe Muguruza, quien arrolló por 6-1 y 6-1 a la eslovaca Magdalena Rybarikova.
En 2009, Venus reveló que le diagnosticaron síndrome de Sjogren, que puede menguar la energía a los que lo padecen y provoca dolor en las articulaciones. Sin embargo, no se retiró, y pese a malos resultados en muchos torneos, siguió adelante. Este año llegó a la final del abierto de Australia, el primero desde aquel año, y ahora quiere quedarse con Wimbledon una vez más (lo ganó en cinco oportunidades y la última vez fue en 2008). No fue sencillo para la estadounidense, que encima comenzó el certamen luego de haber protagonizado un accidente vial, en el que la persona del otro auto falleció.
"No debería pedir algo más, pero voy a pedir otro título. Un triunfo más sería increíble. No va a ser algo que se dé por hecho, pero lo voy a dar todo", dijo Williams, 11° del ranking WTA, tras el pase a la final. Por su parte, la española (15° del mundo), que en 2015 llegó a las Semis del abierto de Gran Bretaña, tiró: "Ella sabe cómo jugar, especialmente finales de Wimbledon. Va a ser otra final histórica".
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