Tomas Berdych venció a Leo Mayer 6-4, 4-6, 6-3 y 6-4. El tenista argentino hizo un gran partido frente al 5 del Mundo. Así la serie se pone 2 a 0 para República Checa. Solo un milagro metería a la Argentina en la final. En el primer partido Juan Mónaco cayó por 7-6 (7-3), 6-3 y 6-2 ante Radek Stepanek..
Argentina's Leonardo Mayer, right, listens to his team captain Martin Jaite, left, during the Czech Republic - Argentina Davis Cup semifinal tennis match with Czech Tomas Berdych in Prague, Czech Republic, Friday, Sept. 13, 2013. (AP Photo/CTK, Michal Kamaryt).
Czech Republic's Tomas Berdych watches a ball as he falls during his Davis Cup semi-final tennis match against Argentina's Leonardo Mayer in Prague, September 13, 2013. REUTERS/Petr Josek (CZECH REPUBLIC - Tags: SPORT TENNIS).
La serie entre argentinos y checos continuará mañana desde las 9.30 con el punto de dobles entre Carlos Berlocq (45) y Horacio Zeballos (50) ante los locales Stepanek y Berdych, una de las mejores parejas del mundo en Copa Davis con un récord de 12 victorias y apenas una derrota.
Las mejores raquetas checas saldrán a definir la eliminatoria pese a que durante el acto de sorteo efectuado ayer en la Antigüa Alcaldía, el capitán Jaroslav Navratil anunció que jugarían Lukas Rosol (46) y Jiri Vesley (84).
El domingo desde las 10 jugarán Mónaco ante Berdych y luego Mayer frente a Stepanek, aunque si la serie está definida los capitanes, Martín Jaite por Argentina y Navratil del lado de los checos, disponen de la facultad de cambiar los nombres de los protagonistas.
El argentino Mayer vendió cara la derrota y estuvo a la altura de las circunstancias, lo que no es poco para un país que necesita recambio urgente tras la extinción de "La Legión", el inminente retiro del cordobés David Nalbandian y la decisión de Juan Martín Del Potro de no jugar para el equipo argentino, aunque esto último puede revertirse en el futuro.
Argentina deberá ganar sí o sí mañana el dobles para mantenerse con chances, aunque la derrota de Mónaco hoy cercenó de raíz los pocos argumentos que hacían creer que una hazaña deportiva era posible.
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