Este sábado 23 de julio se cumplen cinco años de la muerte de Amy Winehouse. La cantante amaneció sin vida en su casa de Camden Town el 23 de julio de 2011. Su muerte causó una gran conmoción y truncó una prometedora carrera musical.

La noche anterior había estado tocando la batería, tomando y cantando. Al principio se pensó en sus adicciones a la heroína y el crack como causa de fallecimiento. Pero el informe de la autopsia reveló que la cantante había muerto debido a un fallo respiratorio tras caer en coma etílico.