El clásico que animarán Real Madrid y Barcelona el sábado (12 GMT) significará el pistoletazo de salida a la Navidad con un partido que podría permitir a los blaugranas dar un golpe de autoridad en la Liga en caso de lograr la victoria en el Santiago Bernabéu.
Los catalanes llegan a este encuentro líderes del campeonato doméstico con 11 puntos de ventaja sobre los capitalinos, que marchan en la cuarta posición de la clasificación, aunque con un partido menos.
Una victoria azulgrana dejaría a los blancos a 14 puntos, una distancia que el Merengue nunca ha logrado remontar para ser campeón. "Hablar en diciembre de Ligas sentenciadas es muy difícil, es muy complicado, sí que es cierto que ganar allí sería dar un paso más", consideró Andrés Iniesta
al recoger su premio al mejor jugador de la selección, que le otorgó el diario Marca.

El capitán del Culé recuerda, además, que tienen al Atlético Madrid mucho más cerca, pero nadie duda del golpe de autoridad que supondría dejar al máximo rival lejos de la cima. "Ganando les sacaríamos una ventaja importante", dijo Leo Messi también al recibir el premio Pichichi al mejor
goleador de la temporada pasada.
(Reuters)










Messi contra Cristiano
El duelo entre el astro argentino y su rival portugués se presenta como uno de los principales atractivos del encuentro. El rosarino llega al clásico en plena forma como líder de los goleadores de la Liga con 14 tantos, lejos de las cuatro dianas que lleva la estrella lusitana en el campeonato español.
Poseedores ambos de cinco Balones de Oro cada uno, son conscientes del escaparate mundial que supone el espectáculo, que se espera que vean 650 millones de telespectadores, por lo que buscarán aumentar su cuenta en el gran partido de la Liga española.
El Barcelona tendrá que lidiar con las bajas del central Samuel Umtiti, cuya plaza podría ocupar el recuperado Javier Mascherano, y del delantero Paco Alcácer, mientras parece poco probable que el extremo francés Ousmane Dembelé pueda estar disponible.
"Seguimos fieles al mismo plan. Creemos que (Dembelé) puede estar operativo en enero", decía recientemente el técnico azulgrana, Ernesto Valverde, que contará con Luis Suárez y Messi en el ataque para llevar la responsabilidad ofensiva.
Por el lado blanco, tras sufrir un calvario de lesiones en el inicio de temporada, Zidane podrá contar con todos sus pesos pesados, pero parece poco probable que ponga de inicio al galés Gareth Bale, que apunta más a revulsivo desde el banco, dejando de entrada a Francisco Alarcón Isco para apoyar a Cristiano Ronaldo y Benzema.
El luso se entrenó aparte los dos últimos días debido a un golpe en la pantorrilla, pero la prensa española considera que podrá estar desde el inicio en el Santiago Bernabéu.

(Reuters)

Polémico pasillo
Los dueños de casa llegan al clásico, además, con la moral por las nubes tras lograr el sábado pasado su segundo Mundial de Clubes consecutivo en Abu Dabi con lo que acabará el año habiendo cosechado cinco títulos en un año calendario, algo que no había logrado hasta el momento.

El partido se presenta teñido por la polémica en torno a si el Barça debería hacer un pasillo al Real Madrid, precisamente por su victoria en el certamen internacional, pero el club catalán ya advirtió que no lo hará porque es una competición que no jugó.

"El club ya ha mostrado su opinión y nosotros haremos lo que ha dicho. Además, tiene razón, nosotros no pudimos participar en esa competición y es mezclar una cosa con la otra", dijo el central Gerard Piqué, que culpó a la prensa de crear esta polémica.