El Arthur Ashe lucirá vacío durante el regreso del tenis a la actividad, cuando se dispute el US Open.
La ciudad estadounidense fue una de las más afectadas en el mundo por el coronavirus, e incluso el Centro Nacional de Tenis "Billie Jean King" fue utilizado como hospital de campaña.
El circuito de jugadores tiene programado retornar en Washington, EEUU, desde el 10 de agosto, mientras que el Masters 1000 de Cincinnati también se disputará, desde el 17, aunque sería en el mismo complejo del US Open, en Flushing Meadows.
Luego, desde fines de septiembre, se daría la gira europea sobre polvo de ladrillo, que incluiría Madrid, Roma y Roland Garros, que reprogramó su fecha original de julio.
Por su lado, el circuito femenino levantará el telón algunos días antes del US Open: desde el 3 de agosto, con los torneos de Charleston (EE.UU.) y Palermo (Italia).
Para el US Open, por lo pronto, la rumana y 2° del ranking de la WTA, Simona Halep, ya anunció que no viajará a Nueva York, porque por seguridad jugará sólo los torneos de Europa.
Alguno de los cambios del Abierto de Estados Unidos serán que el cuadro de dobles tendrá 24 parejas en lugar de 64, sin clasificatorios para singles, y los alojamientos de los protagonistas serán centralizados en las cercanías de Flushing Meadows y no en el centro de Manhattan.
Los jugadores y jugadoras fueron informados de que no se verán obligados a realizar cuarentena cuando lleguen a los Estados Unidos y la USTA tiene previsto rentar distintos vuelos privados para que lleguen al país junto a los miembros de sus equipos, que serán limitados.
En el caso de Sudamérica, según trascendió, el chárter saldría desde Buenos Aires, aunque habrá que esperar para conocer qué jugadores/as aceptarán participar.
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