(del sab 15/1 x la mañana).-
La actriz, que comenzó su carrera a los 13 años en su Bahía Blanca natal, filmó más de 25 películas y brilló tanto en los escenarios como en la televisión.
“Despedimos a la actriz Aurora del Mar, pionera del radioteatro y destacada referente del cine, la televisión y el teatro. Nuestras condolencias a sus familiares y seres queridos, abrazándolos en este momento de pesar”. Con esas palabras, publicadas en su cuenta de Twitter, la Asociación Argentina de Actores daba cuenta de la muerte de una de las máximas estrellas del radioteatro argentino.
Aurora del Mar, cuyo nombre real era Aurora Rosa Borello, comenzó su carrera siendo apenas una niña, a los 13 en una de las emisoras de su Bahía Blanca natal. Quiso la suerte que un directivo de radio Splendid la escuchara y, augurándole un gran futuro, le dio su tarjeta para se contacte con él si es que quería hacer carrera en Buenos Aires. Ella no lo dudó y terminó convenciendo a sus padres de que se instalaran en la gran ciudad.
Aquel directivo no se había equivocado: al poco tiempo ya había cautivado a la audiencia porteña y era tal su talento para la actuación que más de un desprevenido terminó confundiendo la ficción con la realidad. Ella lo contaba a modo de anécdota, pero bien vale como ejemplo: mientras realizaban una recreación de La mentira infame, una señora muy enojada le preguntó en la puerta de la radio si ella era Mary Tilford, el cruel personaje que le tocaba interpretar. Ella, orgullosa, le dijo que sí, y la mujer le pegó un carterazo que la dejó tendida en el piso.
Como todos los grandes actores y actrices de la primera mitad del siglo pasado, Aurora del Mar encontró en la radio la plataforma ideal para desarrollar su carrera actoral. Allí, trabajó a las órdenes de Nené Cascallar y compartió elenco con las otras estrellas de la época: Oscar Casco, Hilda Bernard, Olga Zubarry, Eduardo Rudy, César Llanos, Héctor Coire, Oscar Rovito, Nydia Reynal, Sergio Malbrán, Mabel Landó, José María Langlais y Chela Ruiz.
Justamente, fue Bernard una de sus grandes amigas. También mantuvo un fuerte vínculo con Mirtha Legrand, con quien solía charlar por teléfono, y con Osvaldo Miranda; de hecho, debido a su fuerte lazo afectivo, se desempeñó durante algún tiempo como su secretaria personal.
Además de conformar los elencos más exitosos de Splendid, El Mundo, Belgrano, Excelcior, Radio Argentina y Radio Nacional, Aurora del Mar también supo brillar tanto en los escenarios como en la gran pantalla.
Su desembarco en el teatro se lo debe, también, en gran parte a la suerte. Lectora empedernida, Aurora entró por casualidad a una librería que era propiedad de Juan Vehíl, el reconocido actor y director miembro de una de las dinastías actorales más importantes del país. Tras cruzar unas palabras con ella, Vehíl le contó que su hermana Luisa y el director Alejandro Casona estaban buscando una actriz con sus características.
Vehíl tampoco se equivocó. Tras realizar una prueba, fue contratada para formar parte del elenco de La casa de los siete balcones. La puesta duró nada menos que tres años en cartel. Pero a medida que su carrera se iba desarrollando, Aurora se iba convirtiendo en mujer. Por eso, el primer año que la obra estuvo en cartel se enamoró, durante el segundo se casó, y el último quedó embarazada.
Se luciría luego en Locos de verano, junto a Graciela Dufau y Raúl Lavié, y en Tu cuna es un conventillo, dirigida pro Rodolfo Graziano, y compartiendo el escenario con Lavié, Luis Medina Castro, Tincho Zabala y Malvina Pastorino, entre otros.
En cine, debutó en 1953 a las órdenes de Enrique Carreras en La mejor del colegio (1953). Allí conoció a otra de sus grandes amigas: Lolita Torre, a quien acompañó durante una extensa gira por Rusia.
En total, filmó más de 25 películas: Mujeres casadas (1954), Corazón contento (1969), Los muchachos de antes no usaban gomina (1969), Los muchachos de mi barrio (1970), La familia hippie (1971), Aquellos años locos (1971), La sonrisa de mamá (1972), Los fierecillos se divierten (1982), Las procesadas (1975), Las locas (1977) y Las barras bravas (1985), entre ellas.
Su paso a la televisión se produjo en los años sesenta y participó de éxitos de distintas décadas como El amor tiene cara de mujer, Muchacha italiana viene a casarse, Me llaman Gorrión, Tiempo cumplido, Papá corazón y Primicias.
Aurora tuvo dos hijos. Uno de ellos, Claudio, siguió sus pasos y se dedica a la locución. En los últimos tiempos, fue él quien funcionó de alguna manera como vehículo entre la actriz y su público. En sus redes sociales, subía clips de su madre recitando poesías y distintas postales de su vida cotidiana.
La actriz se encontraba viviendo en una residencia para adultos mayores en Bernal, la localidad que sentía como propia y que habitaba desde hacía varias décadas.
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