(del lun 10/1 por la mañana).
El representante del músico Roberto Sánchez falleció a los 90 años.
El productor Aldo Aresi murió a los 90 años, así lo confirmó Carlos Rottemberg desde la cuenta de Twitter de Multiteatro. “Falleció (…) el empresario Aldo Aresi, quien fuera el manager histórico de Sandro y productor de conocidos espectáculos. Nuestras condolencias a toda su familia”, reza el mensaje que se puede leer en las redes sociales.
El 27 de diciembre Aresi había tenido una descompensación intestinal y fue trasladado al sanatorio de la Trinidad de Palermo, donde fue operado. A pesar de que había superado la intervención que representaba un riesgo por su edad, ayer por la tarde falleció en el sanatorio. El 30 de abril hubiese cumplido 91 años.
Aresi era una figura reconocida dentro del mundo del espectáculo. Además de haber sido representante de Roberto Sánchez, también fue socio de Miguel Angel Cherutti y de Nito Artaza. Oriundo de Rosario (si bien vivía en Puerto General San Martín, a 27 kilómetros de la ciudad), el productor se destacó como locutor, relator de radioteatros, redactor de frases y textos publicitarios, formó parte de los elencos de Luis Arata y Juan Carlos Altavista y fue presentador de Susana Giménez y Petrona C. de Gandulfo.
En una entrevista con LA NACION en 2007, Aresi rememoraba acerca de cómo su vocación se despertó a muy temprana edad. “En plena adolescencia comencé a hacer animaciones en los bailes, saliendo con las orquestas. Paralelamente tenía un conjunto de teatro vocacional y hacía obras en el pueblo, cosa que ya había hecho mi madre. A partir de ahí entro en un concurso de locutores (…) Comienzo a practicar en la radio hasta que me asignaron un turno de locutor contratado. Casi paralelamente me surge un trabajo en el ferrocarril y en esa época ser ferroviario o maestro era buen partido y te daban dos pasajes gratis por año para viajar. Me trasladan a Rosario, integro una compañía de teatro de arte, y luego emprendo la primera gira con la compañía de don Luis Arata, pero alternativamente volvía a la radio a ejercer mi labor de locutor, que me gustaba mucho”, le contaba a este medio respecto de su pasión por el micrófono.
Si bien tardó en obtener su carnet de locutor, cuando lo hizo, no paró de trabajar. “Estaba registrado como intérprete, hasta que un día pedí una entrevista con el director de Radio Nacional y como en Rosario no había filiales del ISER y hacía falta gente, me otorgó un permiso de locución por tres meses, con el cual hice cambios de turno en dos radios. Con la antigüedad conseguí finalmente el carnet y trabajé durante más de diez años en el micrófono, de 1958 a 1969. Allí empecé con el primer relato para un teleteatro con Alberto Morán, el cantor de Pugliese. Llegué a hacer seis o siete por día”, recordaba Aresi sobre sus inicios.
«La radio genera amistad y solidaridad»
“La radio fue un medio muy importante para mí, el que me enseñó todo. La radio genera amistad y solidaridad. Yo me acuerdo de toda la gente amiga y también del tiempo en el que me inicié, cuando se presentaban las orquestas en vivo. Cuando estaba de turno como locutor de LT2, actuaban allí Antonio Agri, Néstor Marconi, cantantes como Aldo Calderón y Alfredo Belusi, la Jazz Santa Mónica y tantos otros. Fue una maravilla”, remarcaba el hombre cuya carrera estuvo también atravesada por su amistad y trabajo con Sandro, a quien conoció en 1967 cuando hacía el programa radial Operación Juventud.
En cuanto a su relación con Sánchez, Aresi, en una entrevista exclusiva que le brindó a LA NACION en diciembre de 2020, destacaba lo mucho que se divertían juntos y la confianza que reinaba en ese vínculo tan estrecho. “Teníamos el mismo humor (…) Nunca tuvimos un malestar o una discusión, jamás firmamos un contrato”, contaba la mano derecha de Sandro, quien permaneció a su lado por 38 años. Según pudo saber LA NACION, la viuda del astro, Olga Garaventa, muy amiga de Aresi, se encuentra muy apenada por su muerte.
Aresi había conocido a Garaventa antes que el propio Sandro. El representante tenía sus oficinas en el ya mítico“castillo” que el cantante se construyó en Pavón 3939, en el barrio de Boedo. Olga, quien vivía a la vuelta, comenzó a trabajar como personal de maestranza. “Nunca iba al teatro. La invitaba a las funciones de las revistas que yo producía o a los espectáculos de Sandro, pero no se animaba por timidez. Solo en una oportunidad fue a ver a Sandro y, a pesar de trabajar con nosotros, no quería entrar a saludarlo al camarín”, contaba el productor sobre la viuda del artista. “Roberto hizo todo, sabía cómo era Olga así que actuó en consecuencia. Terminó la relación que tenía porque estaba totalmente convencido de su sentimiento por quien era, hasta entonces, mi secretaria. Una tarde me llamó Olga para comentarme la proposición de Roberto, le dije que me parecía muy bien”, añadía.
En el plano profesional, el manager de Sandro recordó el suceso que significaron las presentaciones del músico en el Gran Rex: “El récord en el Rex lo tenía Soda Stereo con 14 recitales. Una temporada, Sandro iba por el concierto número 11, pero no quería hacer una función más. Me decía: ´Aldo vámonos a casa, déjate de joder, estoy cansado´. Una noche, en la que estaban Gustavo Yankelevich y Hugo Sofovich invitados, les pedí que me ayudaran a convencerlo para seguir”.
Finalmente, la temporada llegó a 14 conciertos, con localidades agotadas: “Recuerdo que entré al camarín y le dije: ´Llegamos a los 14, igualamos a Soda Stereo, ahora sí nos vamos a casa´. Y Roberto me respondió: ´No nos vamos, ahora quiero ganar, programá un fin de semana más´. Así fue como realizamos 17 presentaciones pero, años después, llegamos a 27 y, en otra temporada, a 40 Gran Rex totalmente agotados con 3500 personas todos los días. Fue un fenómeno único, a las dos horas de abrirse la boletería podía haber vendidas 4000 entradas. Fue el primer artista que hizo abrir el Gran Rex en verano”.
Cuando hablaba de Sandro, no tenía más que elogios. “Sandro es un hombre extraordinario. Es un hombre que sabe de ética y de principios. Roberto no es el tipo que necesita que lo estés elogiando todo el tiempo”, remarcaba.
En mayo de 2020, murió la esposa de Aresi, Flora Bovio, con quien estuvo casado 65 años. “Es una gran compañera y el sostén de mi vida, una mujer preciosa, quien hizo posible que luego de tantos años yo siga en el medio”, expresaba.
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