Una de las principales características que tiene el ATP 500 de Río de Janeiro son las constantes lluvias que año a año complican el transcurso del certamen. Las repetitivas suspensiones y el poco tiempo para que se jueguen los partidos obliga a que los organizadores confeccionen los distintos órdenes de juego con pocos minutos de descanso. Esta vez, el principal perjudicado en la distribución fue Diego Schwartzman luego de acceder a la semifinal al derrotar a Pablo Andujar por 7-6 (3), 4-6 y 6-4.
El argentino festejó su victoria pero automáticamente criticó abiertamente el calendario del evento para la penúltima jornada. Debido a los retrasos provocados por las esporádicas lluvias, la entidad programó los cuartos de final y semifinales para el mismo día con un lapso de tiempo de unas 5 horas entre partidos. “Espero que la ATP tenga un poco de conciencia y me dé tiempo para descansar sino sería una falta de respeto. Creo que hay que cuidar a los jugadores”, disparó el argentino.
Y agregó al respecto: “Entrar a la cancha en dos horas sería una vergüenza. Espero que estén al tanto y cambien los horarios, sino no sé si podré jugar”. El duelo frente al español comenzó a las 12 del mediodía y duró un total de 3 horas y 33 minutos. Diego se enfrentó en la cancha principal a su compatriota Francisco Cerúndolo que accedió a dicha fase al vencer al serbio Miormir Kecmanovic –entrenado por David Nalbandian– por 5-7, 6-2 y 6-4 también en el primer turno de este sábado.
Lo cierto es que Argentina se aseguró un finalista en el ATP 500 y nuevamente los dos compatriotas se volvieron a ver las caras luego del Argentina Open, donde el Schwartzman eliminó a Cerúndolo en los cuartos de final. El triunfo de Schwartzman esta vez fue 7-6 (7-4), 6-3. El rival se definía entre el italiano Fabio Fognini y el español Carlos Alcaraz.
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