El equipo nacional derrota 2-0 a República Checa luego de los triunfos de Báez y Schwartzman. "Estoy muy contento, fue un día muy fuerte", analizó el capitán.
La peor parte de un debut no es el hecho de hacer algo por primera vez sino el desconocimiento de lo que habrá enfrente. Aunque Guillermo Coria tuvo su experiencia como jugador de Copa Davis, sentarse en la silla del capitán es muy diferente, tanto como lo vivido por Sebastián Báez, que tuvo su estreno triunfal al sumar el primero de los puntos de Argentina ante República Checa.
El elenco nacional quedó en una posición inmejorable en los Qualifiers. Se impone 2-0 en la serie que se disputa en el BALTC tras los triunfos de Báez y Diego Schwartzman y el sábado intentará asegurar su boleto a las Finales en el doble que disputarán Horacio Zeballos y Máximo González.
El clima hizo dudar a muchos, aunque finalmente nunca fue una amenaza real. El bonaerense salió a disputar su encuentro con Jiri Lehecka, N°1 de República Checa, bajo una leve lluvia. La peor parte ya había pasado y la consecuencia fue una cancha lenta y pesada.
A Báez le costó algunos games acomodarse a la situación. Con 21 años, un 2021 excepcional y a pocas horas de jugar su primera final ATP en Santiago de Chile, el estreno en la Copa Davis podía ser un traspié emocional. Pero nada de eso sucedió.
El mejor momento del bonaerense llegó en la peor situación: cuando Lehecka sacaba 5-3 para quedarse con el primer set, levantó su nivel con mucha determinación y carácter. Tras recuperar el quiebre, en el tie break liberó todo su potencial y logró poner la ventaja de su lado.
Intenso, activo, enérgico, no dejó nunca de llevar adelante su plan de juego. Incluso se animó a cerrar muchos puntos en la red, una clara muestra que el desafío no lo amilanó.
Entre los puntos finales del primer set y los primeros del segundo, el número 62 del mundo encendió al público, que sea por el clima o por el horario, no colmó las tribunas del Court Central Guillermo Vilas. Es que la actitud de Báez en la cancha contagia, porque nunca se rinde, y cuando algo sale en forma no deseada, rápidamente lo deja atrás y comienza de nuevo.
Lehecka tuvo herramientas para presionar al segundo singlista argentino. Como si se tratara de una inmadura versión del histórico Tomas Berdych, castigó todo lo que pudo, pero el tesón del exnúmero 1 del mundo juvenil pesó más. Este es el momento de Báez, que en el primer punto se impuso por 7-6 (4) y 6-3. El debut en el equipo de mayores –obtuvo el tercer lugar en la Copa Davis junior en 2016- fue otro paso firme en su evolución.
“Arranqué un poco nervioso, pero después me fui encontrando con mi juego. Estaba preparado para cualquier situación, me sintiera bien o mal tenía las herramientas para salir de cada situación. Hay días en los que las cosas salen mejor y otros peor”, aseveró luego del partido quien se convirtió en el 85° jugador argentino en disputar la Copa Davis.
“Siempre me gustó representar a Argentina, porque me hace sacar un poco más. Es muy lindo jugar con tu público y que te aliente así. Es una de las cosas que más motiva a un deportista”, se sinceró Báez, que arrancó aplausos y gritos en varios tramos del partido.
El primer partido del día estuvo signado por los debuts. No sólo Báez disputó su primer punto en el equipo argentino de Copa Davis sino que también fue el estreno de Coria como capitán. Y no pudo ser mejor día para el “Mago”.
La jornada comenzó con el himno nacional cantado por Sofía Menconi, esposa de Zeballos, y el conductor nacional no pudo contener las lágrimas. Luego fue un manojo se sensaciones, de los nervios a la felicidad, de la contención a la motivación.
Huelga decir que el 2-6, 6-2 y 6-3 de Schwartzman a Tomas Machac lo mantuvo en vilo más tiempo que el desenlace del choque de Báez. Saltó de la silla, aplaudió, se cruzó de piernas y finalmente se liberó.
Al “Peque” le costó, como cada una de las actuaciones de local. Esta vez supo recuperarse a tiempo y tras un primer set muy errático y un segundo en el que comenzó con un quiebre en contra, revirtió el rumbo y ganó nueve games al hilo. El parcial decisivo fue para consolidar la mejoría y sellar el 2-0 para Argentina.
La conclusión del match mostró a un Coria mesurado, principalmente porque el pase a la fase de grupo de las Finales no está concretado. Estuvo más activo y participativo durante los encuentros que una vez materializada la ventaja nacional.
“Estoy muy contento de terminar el primer día 2-0 arriba. Nos preparamos para estos partidos, sabiendo que iban a ser duros. Es un debut muy fuerte, reencontrarme con la gente después de tantos años fue maravilloso. Me encantó, disfruto pero también tengo tensión”, expresó el capitán nacional luego de los partidos.
“Yo era muy intenso cuando jugaba, muy apasionado, entonces me volqué a Leo Mayer y el ‘Tero’ García (NdR: sus colaboradores), que son más tranquilos. Entre los tres nos potenciamos muy bien y nos vamos aconsejando”, apuntó el “Mago” ante la consulta de Ámbito sobre cómo gestionó las emociones.
Argentina termina el primer día de los Qualifiers con una previsible ventaja sobre República Checa. La evolución de la serie invita a confiar en una rápida resolución a partir de las 11 de este sábado, aunque la amenaza de fuertes lluvias deja una incógnita en el futuro. La única certeza es que el estreno de Báez y Coria en el equipo de Copa Davis fue con festejos.
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