El griego Stefanos Tsitsipas (3), que se ha reencontrado con su mejor versión tras una temporada llena de dudas, no pudo frenar al coloso Novak Djokovic, actual número cuatro y líder del ránking desde el próximo lunes, en una final del Abierto de Australia que se definió en tres sets 6-3, 7-6 (7/4) y 7-6 (7/5).
@AustralianOpen
En su regreso al Australian Open luego del escándalo del 2022, 'Nole' fue imbatible. Sólo cedió un set en todo el torneo y superó en tres sets a Tsitsipas para festejar por décima vez en el primer GS del año.
En dos horas, 56 minutos de juego, el serbio ofreció una cátedra de tenis y consumó un regreso soñado al país oceánico un año después del escándalo con las autoridades nacionales que lo deportaron en enero pasado, antes del inicio del torneo, por su negativa a vacunarse contra el Covid-19.
Con mentalidad de acero, resistencia física y un talento desbordante, Djokovic atravesó a paso seguro las dos semanas en Melbourne, donde lleva ganados 28 partidos consecutivos.
Esta final con Tsitsipas, rodeada de un gran ambiente dentro del court y vivida con intensidad por una multitud de fanáticos dentro del complejo a través de pantallas gigantes, lo regresará desde mañana en el primer puesto del ranking mundial.
Sólo 12 meses después, venció 6-3, 7-6 (4) y 7-6 (5) al griego Stefanos Tsitsipas y empató a Rafael Nadal con 22 Grand Slams. En varones es récord, y están a dos de la máxima campeona de Majors, la australiana Margaret Court.
El broche de oro para esta historia que mutó entre ribetes de drama y suspenso, es que Djokovic volvió al N°1 del mundo. Con 35 años y 272 días, después de casi un año de perderlo asaltó el puesto más deseado por todos los tenistas. Esto arroja como consecuencia la prolongación de su prodigioso reinado: desde el lunes sumarán 374 semanas en la cima de la ATP, una cifra sin precedentes.
La temporada 2023 arrancó muy diferente para el de Belgrado. Acumula 12 triunfos y ninguna derrota. Fue campeón en Adelaida I y ahora del Abierto de Australia. Es verdad que la edad empieza a pasarle factura, sus recuperaciones no son iguales y el juego a veces luce condicionado (vale destacar que compitió en Melbourne con molestias en el isquiotibial izquierdo). Pero incluso con estas incipientes debilidades, no existen muchos tenistas que se le opongan.
La vigencia de Djokovic parece, por momentos, ser un poder mágico imposible de contrarrestar. En 2022 se perdió varios certámenes por su postura antivacunas. Se ausentó de Australia, Indian Wells, Miami y toda la gira que desemboca en el US Open. Es decir, faltó a dos Grand Slams y cuatro Masters 1000.
Lo que disputó le alcanzó para mantenerlo agazapado a la espera de una oportunidad para cazar otro título grande y quedarse con el N°1. El año pasado fue el más ganador con cinco campeonatos, aunque Wimbledon no le otorgó puntos ya que la LTA prohibió la participación de los tenistas rusos y bielorrusos por la invasión a Ucrania y a último momento la ATP y la WTA dispusieron que el torneo más prestigioso no daría premios numéricos. Desde Londres hasta Australia, llegó a la final de todos los torneos que disputó.
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