El conjunto catalán se impuso por 1 a 0 en el Santiago Bernabéu en el partido de ida de las semifinales. Aprovechó el gol en contra de Militao para llevar la serie a su casa con ventaja.
Para este encuentro, el italiano Carlo Ancelotti, entrenador de Real Madrid, contó con todas sus figuras, mientras que Xavi Hernández debió improvisar ya que tuvo importantes ausencias en su zona ofensiva como las del polaco Robert Lewandowski, el francés Ousmane Dembelé, Pedri y el dinamarqués Andreas Christensen que por no estar al ciento por ciento debió ir al banco de suplentes.
Con ese panorama, Real Madrid se fue encima de los catalanes que se dispusieron a jugar de contragolpe. El croata Luca Modric, el alemán Toni Kroos y el uruguayo Federico Valverde tomaron el control de la pelota superando a Sergio Busquets, y con Vinicius Jr, abriendo un surco por su banda y enloqueciendo a Ronald Araujo y al francés Jules Koundé.
Con muchos centros y algunos arranques de Vinicius, Real Madrid marco preponderancia hasta el minuto 26 cuando el francés Eduardo Camavinga entrego un pase atrás con mucha displicencia, Kessie recuperó y la cedió a Ferran Torres, que habilitó al marfileño que enfrentó al belga Thibout Courtois y definió, el arquero dio rebote, pero Militao que volvía corriendo la metió en el arco, dándole la ventaja a los catalanes.
A partir del gol, el partido cambió. Xavi Hernández paro dos líneas de cuatro, puso a sus once dirigidos en su campo y le cerró los caminos a su rival, que debió ir a buscar el encuentro. Los catalanes comenzaron a jugar con los nervios de los locales, el cotejo se "picó" en un par de oportunidades con el tumulto correspondiente y eso favoreció a los visitantes.
En el segundo tiempo, Ancelotti envió a la cancha al brasileño Rodrygo y al francés Aurélien Tchouaméni, mientras que Xavi hizo ingresar al español Ansu Fati por el esforzado brasileño Raphinha para frenar las subidas de los laterales "merengues".
Pero Barcelona tuvo una gran noche en materia defensiva ya que el doble cinco compuesto por Busquets y el neerlandés Frenkjie de Jong capturó todas las pelotas que pasaban por la zona, y en las figuras del uruguayo Araujo y el español Marcos Alonso que despejaron todos los centros lanzados por los merengues.
Al equipo de Ancelotti le faltaron ideas, pases filtrados y precisión en los centros y en los últimos pases. A pesar de la presión, Barcelona se mantuvo firme y el alemán Marc-Andre ter Stegen confirmó que está entre los mejores arqueros del mundo.
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