Con un gran Benedetto, Boca Juniors venció 3-0 al Patrón en el Estadio Unico Madre de Ciudades de Santiago del Estero y gritó campeón.
De la mano del 'Pipa' Benedetto, Boca Juniors gritó nuevamente campeón.
Boca Juniors se quedó anoche con la Supercopa Argentina tras golear por 3-0 a Patronato en el Estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero y así levantar su primer título en este 2023.
En este sentido, Boca Juniors se afianzó como el club más ganador a nivel nacional, ya que compartía la cima con River Plate. El equipo del Negro Ibarra llegó a 52 conquistas sumando Ligas y Copas Nacionales y superó por una a su clásico rival. Mientras que en el global, contando además sus logros internacionales, el club de La Ribera llegó a 74 estrellas.
En el inicio del partido, los de Hugo Ibarra dominaron la posesión de la pelota, las acciones de juego y desde un principio fueron en busca del gol que les permita abrir el marcador.
Al minuto 33 del primer tiempo, Matías Ruiz tocó la pelota con la mano dentro del área del Patrón tras un centro de Luca Langoni, Andrés Merlos cobró la pena máxima, pero el VAR intervino y anuló la ejecución desde los doce pasos por fuera de juego previo en la jugada del atacante azul y oro cuando Darío Benedetto ya estaba predispuesto a ejecutar desde los doce pasos.
Sin embargo, el Pipa Benedetto iba a tener su revancha al minuto 41 de juego. Nicolás Figal desbordó, dejó atrás a su marca y de zurda arrojó un rasante y preciso centro para la aparición del goleador, quien de primera y con su pie derecho bien abierto abre infla la red y desató un eufórico festejo.
En la segunda parte, el ritmo del partido fue similar, aunque con un Boca que rápidamente pudo estirar la diferencia. Al minuto 6 de la segunda parte, Óscar Romero ejecutó un tiro de esquina desde la derecha al segundo palo y quien volvió a entrar en escena fue Benedetto, quien con un certero cabezazo marcó el 2-0 y su doblete en su cuenta personal.
Pero el nueve azul y oro estaba cargado y los goles se le cayeron del bolsillo. Al minuto 16 de la segunda etapa, y tras una gran combinación entre Sebastián Villa y Frank Fabra, el lateral cafetero divisó a Benedetto en soledad en el corazón del área, se la cedió, y el goleador no perdonó para llevarse la pelota y Boca la Supercopa Argentina.
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