Se acabó el sueño para Zeballos, con Granollers, cayeron en la final de Wimbledon

El marplatense, en dupla con el español Granollers, cayó por 6-4, 6-4 ante Skupski-Koolhof, en el dobles masculino.

Hace rato que Horacio Zeballos queda a las puertas del gran logro, pero también hace rato que confirma su excelente nivel en ese terreno alejado de los grandes flashes del circuito que es el universo del dobles. El marplatense, de 38 años, en pareja con el español Marcel Granollers, cayó en la final de Wimbledon frente ala dupla que a partir del lunes será la número uno del mundo, la que conforman el británico Neal Skupski y el neerlandés Wesley Koolhof, por un doble 6-4. De esta manera, el argentino no pudo concretar el sueño de ganar un Grand Slam, pese a haber accedido al partido decisivo por tercera vez, luego del US Open 2019 y de Wimbledon 2021.

El primer set arrancó con el nivel que se espera de una final de esta envergadura, con cada uno sosteniendo su saque. Hasta que llegó el séptimo game, en el que se produjo la primera fisura del match: quebraron el servicio de Granollers y Skupski-Koolhof sacó ventaja. Luego de eso, los favoritos sostuvieron sus dos servicios -en el medio Zeballos hizo lo propio- y se llevaron el primer parcial por 6-4. Los números fueron elocuentes: los ganadores del set inicial no registraron ningún error no forzado.

Desarrollo similar hubo en el segundo parcial, pero esta vez el quiebre para los favoritos llegó antes, en el quinto game, sobre el saque del argentino, que levantó dos break points pero no pudo evitar el tercero. Además de no dar resquicios para perder sus servicios, Skupski-Koolhof presionaron cada vez que servían Zeballos o Granollers. La tónica continuó y cada uno retuvo su saque hasta el 6-4 que sentenció el partido.

“Estamos contentos de haber estado en la final. Los rivales merecieron el triunfo. Si antes de empezar el torneo, me decían que iba a llegar a la final, lo firmaba”, fueron las optimistas palabras de Horacio Zeballos tras recibir el premio al segundo lugar. “Ojalá que algún día se dé”, completó Granollers, su compañero desde hace cuatro años.