La actriz nunca pensó en llegar a los 80 años. “Pero no volvería a mi juventud ni por todo el dinero del mundo”, comentó este año la intérprete mientras promocionaba en Los Angeles su último trabajo, Nosotros en la noche. Da igual lo que quiera.
Su cita anual con la edad, el 21 de diciembre, está a la vuelta de la
esquina y la actriz y activista ha decidido celebrarlo como sabe: con
un festejo de ocho días. Jornadas de fiesta que reconozcan las ocho
décadas de una estrella a la fuerza. Porque, como siempre dice la hija
de ,la única razón por la que se metió en la interpretación fue porque
la despidieron como secretaria y tenía que ganarse los garbanzos. “Y
como suele pasar con los hijos de los actores, siempre acabamos cayendo
en el redil”. Es su explicación de lo que vino después.
Fonda nunca fue como el resto. Más que una intérprete, ha sido un símbolo de independencia, feminismo y empoderamiento mucho antes de que campañas como #MeToo sacaran a la luz las desigualdades de género en una industria llamada Hollywood. Fue un sex symbol en películas como 'Barbarella' (1975) y productora concienciada en otras cintas como 'El regreso' (1978) o 'El síndrome de China' (1979). Como Fonda recordó hace tiempo a este periódico, ella procede de una generación en la que las mujeres no podían ni sudar en público, algo que no la detuvo a la hora de convertirse en la imagen más popular del aeróbic.
Se sigue cuidando, aunque no de la misma manera. “Ando en lugar de
correr, tampoco esquío, me deslizo. Y sigo haciendo yoga pero muy
despacio”, confiesa. Una rutina que alterna con masajes faciales,
especialmente cuando trabaja. De eso no le falta ya que al borde de los
80 la ganadora de dos premios Oscar está más presente que nunca. Este
año estrenó el largometraje junto a Robert Redford y la serie 'Frankie & Grace' arrancará en 2018 su cuarta temporada en Netflix. Como dice, es “una bendición” poder seguir haciendo lo que ahora sí disfruta.
La Fonda que también perdura es la que se ganó el apodo de Hanoi Jane durante la guerra de Vietnam. Si los 79 los celebró protestando en Dakota contra un oleoducto y el año lo comenzó al frente de la llamada marcha de las mujeres que congregó a millones de manifestantes en las calles de Estados Unidos en protesta por la política de Donald Trump, su nueva onomástica no se queda atrás.
La semana larga de festejos por su cumpleaños, que comenzó el 9 de diciembre, tiene como objetivo recaudar 1,1 millones de euros destinados a la campaña en defensa del poder y el potencial de los adolescentes. Se trata de conseguir ayuda económica para la organización que Fonda fundó en 1995 y que proporciona educación sexual y ayuda para prevenir los embarazos adolescentes.
Las celebraciones se iniciaron en Atlanta y a ellas asistieron
numerosas amistades de la actriz como Rosanna Arquette, Catherine
Keener, James Taylor y Carole King. Otros que no pudieron ir la
felicitaron por vídeo, como Kerry Washington y el rapero Ludacris. Dolly
Parton le dedicó la canción de 'Cómo matar a tu jefe', película
que interpretaron juntas en 1980. Y Oprah indicó que había contribuido
con 85.000 euros a la organización benéfica de Georgia (EE UU) a la que
estuvo dedicada la velada. Ted Turner, uno de los ex de Fonda,
también se unió al cumpleaños feliz. Un detalle porque la mujer que
parece no temerle a nada reconoció recientemente a este periódico su
único miedo: “La intimidad emocional”.
La edad le ha enseñado que es mejor ser famosa que no serlo, algo con
lo que luchó en su juventud. Y aunque sigue siendo vanidosa habla con
honestidad sobre la belleza. “Es un combo de genes y dinero.Fonda nunca fue como el resto. Más que una intérprete, ha sido un símbolo de independencia, feminismo y empoderamiento mucho antes de que campañas como #MeToo sacaran a la luz las desigualdades de género en una industria llamada Hollywood. Fue un sex symbol en películas como 'Barbarella' (1975) y productora concienciada en otras cintas como 'El regreso' (1978) o 'El síndrome de China' (1979). Como Fonda recordó hace tiempo a este periódico, ella procede de una generación en la que las mujeres no podían ni sudar en público, algo que no la detuvo a la hora de convertirse en la imagen más popular del aeróbic.
La Fonda que también perdura es la que se ganó el apodo de Hanoi Jane durante la guerra de Vietnam. Si los 79 los celebró protestando en Dakota contra un oleoducto y el año lo comenzó al frente de la llamada marcha de las mujeres que congregó a millones de manifestantes en las calles de Estados Unidos en protesta por la política de Donald Trump, su nueva onomástica no se queda atrás.
La semana larga de festejos por su cumpleaños, que comenzó el 9 de diciembre, tiene como objetivo recaudar 1,1 millones de euros destinados a la campaña en defensa del poder y el potencial de los adolescentes. Se trata de conseguir ayuda económica para la organización que Fonda fundó en 1995 y que proporciona educación sexual y ayuda para prevenir los embarazos adolescentes.
Uno debe hacer lo que pueda por mantenerse bien aunque sin pasarse. Y yo claro que me he ayudado un poco”, se ríe cuando habla del tema. Como dijo Redford durante el estreno de la última película que han hecho juntos, ambos se dan cuenta de la edad que tienen. “Pero nos da igual. Yo también tengo 80 y no hay vuelta de hoja”, resumió el legendario galán.
Fuente: El Pais, España.
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